Un año más, con la celebración de
Ante los ataques al PSOE, por parte del sector más rancio de la jerarquía eclesiastica, explicitado estos últimos días a cuenta de la reforma de la ley del aborto y con el lazo blanco. Solo hemos de decir que nosotros somos un partido de ciudadanos libres y entre nuestros militantes y simpatizantes hay muchos católicos, que se sienten orgullosos de serlo y lo demuestran acudiendo a misa y participando en todo tipo de actos que desde la parroquia se les solicite.
Es por respeto a esos militantes por lo que desde nuestro partido, trabajamos y luchamos por la plena separación de poderes en las relaciones iglesia - estado. Y que cualquier persona se pueda sentir orgullosa de practicar una religión u otra, en la intimidad y con los suyos, sin que se le trate de coaccionar públicamente para que renuncie a la posibilidad de acogerse a un derecho contemplado en una ley, que por si alguien piensa lo contrario no es de obligado cumplimiento. El poder favorecerse, o no, de la aplicación de esa ley, siempre debería ser fruto de un acto de reflexión personal, íntimo y voluntario; no de la presión de una jerarquía rancia y demagógica, para los que los fieles no son mas que el ganado, que tratan de pastorear, como si todavía estuviésemos en los años oscuros del franquismo