Que poco me gusta la hipocresía, como lamento el que nuestros políticos sé arroguen una representatividad que no tienen. El hecho de haber ganado unas elecciones lo único que te garantiza es que vas a poder trabajar en beneficio de tus conciudadanos o vecinos desde un lugar privilegiado, tomando decisiones y gestionando recursos. Nada más.
Ni te puedes erigir en la voz del pueblo ni en su legítimo representante y mucho menos cuando es un asunto que no se ha discutido en ningún foro. Viene a cuento esto a raíz de la decisión de un equipo de gobierno, el cual ha dejado sin efecto un acuerdo tomado por otro equipo de gobierno igual de legítimo que este, mediante el cual se iba a ceder un terreno para colocar un gran vertedero de lodos de depuradoras. La razón son las molestias que van a generar a los vecinos y los olores. Ni que fuese a estar en el centro de la localidad. Estaría en las afueras, junto a la depuradora de aguas residuales en un paraje solitario y sin uso residencial.
El hecho de que la decisión esta tomada en base a cuestiones ideológica tampoco es baladí. Si estamos de acuerdo en la recuperación y reutilización mediante tratamientos adecuados de basuras y demás desechos, no podemos ser tan ingratos de no quererlo en nuestro sitio.
Y solo por el hecho de la cantidad de puestos de trabajo directos e indirectos que una instalación de esas características puede proporcionar a nuestro municipio, el dinero que se podría recoger mediante las tasas y licencias y la exigencia de medidas de beneficio medio-ambiental que podría conllevar, debería de permitirse esa instalación en nuestro municipio.
