Hoy hemos conocido que Jordi Sevilla, deja su escaño y se va a la empresa privada a trabajar
Socialista serio, bien organizado y buen organizador, trabajador incansable y hábil negociador, economista, joven, brillante y capaz de un pensamiento crítico ajeno a dogmatismos y al sectarismo medioambiental. Lo tenía todo para ser una referencia en nuestra comunidad. Era el político por el que suspirábamos un buen puñado de militantes que veíamos como estaban tomando el control en el partido gente sin ningún tipo de ideas ni discurso. Gente a la que la naturaleza le ha dotado de una gran capacidad para la genuflexión y por ahí van, saluda que saluda y conspira que conspira.
Jordi no, Jordi nunca fue amigo de loas y alabanzas a lideres, si, respeto y lealtad si, pero para lo otro no servia y de hay que poco a poco lo vaciaran de contenido y le pusiesen todas las trabas posibles para ser secretario general del PSPV.
En este mundo de mojigatos, donde un político no es mas que un busto que da bien en la televisión, donde algunos políticos son capaces de decir en el mismo discurso una cosa y la contraria sin sonrojarse, se echara de menos la presencia de gente como Jordi Sevilla.
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